Por el año 82’, recuerdo estaba en primer año de medicina. Con un grupo de compañero caminábamos por Avenida San Martín de la ciudad de Mendoza. Hablaba con una compañera por quien sentía estima y amistad, nada más. Tangencialmente, si relación casi, le expresé algunas ocurrencias que solía pensar:
- Que los noviazgos podrían ser según contratos anuales renovables… por entonces casi nada de experiencia tenía al respecto, mas opinaba.
- También le decía, por aquella tarde, que alguna vez había pensado que el apellido paterno podría ser el de los hijos y el de la madre el de las hijas. Luego advertí que tras generaciones habría apellidos masculinos y otros femeninos, entonces la solución era Cruzar de Género los Apellidos. Nota: Sigo con la propuesta… 40 años después, a pesar de tener cuatro hijos y una hija.
- Finalmente le conté que modificaría la preposición ‘de’ por ‘y’ en los apellidos de casados, opcional para ambos.
Ella escuchaba no más, un tanto perpleja creo que estaba… hizo algunas objeciones sobre lo del ‘contrato anual…’